Mis amigos los libros - La historia interminable - Ancrugon
Ha
ocurrido muy a menudo, libros catalogados como infantiles o juveniles encierran
mensajes de tal profundidad tras símbolos de tamaña complicación, que poseen un
fuerte atractivo para las personas más maduras, aunque posteriormente les dé
cierto reparo reconocer que han disfrutado con su lectura… Pues bien, eso mismo
me ocurrió con esta novela de fantasía donde la sensibilidad, la fantasía
desbordada y la trepidante aventura se dan la mano, y todo bajo la luz de una
filosofía de vida que tiene como sustento la creación literaria desnuda y sin
afeites intelectuales de ningún tipo.
Pero
comencemos…
Bastian
Baltasar Bux ha robado un libro… ha sido inevitable… algo le obligó a hacerlo:
Cogió el libro y lo miró por todos lados. Las tapas eran de color cobre y brillaban
al mover el libro. Al hojearlo por encima, vio que el texto estaba impreso en
dos colores. No parecía tener ilustraciones, pero sí unas letras iniciales de capítulo grandes y hermosas.
Mirando con más atención la portada, descubrió en ella dos serpientes, una
clara y otra oscura, que se mordían mutuamente la cola formando un óvalo. Y en
ese óvalo, en letras caprichosamente entrelazadas, estaba el título
Bastian
amaba los libros, eran su pasión, porque la realidad no le trataba muy bien y
solía buscar cobijo en los mundos inventados donde podía vivir historias
maravillosas…
Miró fijamente el
título del libro y sintió frío y calor a un tiempo. Eso era, exactamente, lo
que había soñado tan a menudo y lo que, desde que se había entregado a su
pasión, venía deseando: ¡Una historia que no acabase nunca! ¡El libro de todos
los libros!
¡Tenía que conseguirlo, costase lo que costase! ¿Costase lo
que costase? ¡Eso era muy fácil de decir! Aunque hubiera podido ofrecerle más
de los tres marcos y cincuenta pfennig
que le quedaban de su paga..., aquel antipático señor Koreander le había dado a
entender con toda claridad que no le vendería ningún libro. Y, desde luego, no
se lo iba a regalar. La cosa no tenía solución...
Y, sin embargo, Bastian sabía que no podría marcharse sin el libro. Ahora
se daba cuenta de que precisamente por aquel libro había entrado allí, de que
el libro lo había llamado de una forma misteriosa porque quería ser suyo,
porque, en realidad, ¡le había pertenecido siempre!
Y Bastian esconde el
libro bajo su abrigo y se aleja de la librería a toda velocidad, sin saber que
esto va a ser el comienzo, sin proponérselo, de una de las historias más
fantásticas de la literatura contemporánea…
«Me gustaría saber», se dijo, «qué pasa realmente en un libro cuando está
cerrado. Naturalmente, dentro hay sólo letras impresas sobre el papel, pero sin
embargo... Algo debe de pasar, porque cuando lo abro aparece de pronto una
historia entera. Dentro hay personas que no conozco todavía, y todas las
aventuras, hazañas y peleas posibles... y a veces se producen tormentas en el
mar o se llega a países o ciudades exóticos. Todo eso está en el libró de
algún modo. Para vivirlo hay que leerlo, eso está claro. Pero está dentro ya
antes. Me gustaría saber de qué modo.»
Y de pronto sintió que el momento era casi solemne. Se sentó derecho,
cogió el libro, lo abrió por la primera página y comenzó a leer…
a historia interminable es una novela fantástica escrita por el escritor alemán
Michael Ende y publicada en 1979 con un considerable éxito: traducida a cerca
de cuarenta idiomas, record de ventas en varios países del globo y con varias
adaptaciones cinematográficas.
Su protagonista central
es Bastian, un niño gordito, estudioso y solitario, características típicas
para no hacerse demasiado popular, quien se pasa la vida huyendo de las
molestas bromas de sus compañeros y, una vez tiene en su poder el libro que tan
poderosamente le ha llamado la atención, se encierra con él en el desván del
colegio para leerlo con tranquilidad donde, poco a poco, se sumerge en él hasta
que lo atrapa y se vuelve un personaje de la misma historia que está leyendo,
pero no uno más, todo lo contrario…
antasía es un reino de
ficción repleto de seres extraordinarios que está amenazado por la Nada que lo
va devorando y haciéndolo desaparecer:
-En Podrepantano, nuestro país -siguió diciendo entrecortadamente el fuego
fatuo-, ha ocurrido algo... algo incomprensible... Es decir, está ocurriendo aún... Es difícil describirlo... empezó
por, es decir... Bueno, al este de nuestro país hay un lago... o, mejor dicho,
había... llamado Cálidocaldo. Y todo empezó porque, un día, el lago de
Cálidocaldo no estaba ya allí... Simplemente había desaparecido, ¿comprendéis?
-¿Quiere usted decir -preguntó Úckuck- que se secó ?
-No -repuso el fuego fatuo-, en tal caso habría ahora allí un lago seco.
Pero no es así. Donde estaba el lago no hay nada... Simplemente nada,
¿comprendéis?
-¿Un agujero? -gruñó el comerrocas.
-No, tampoco un agujero -el fuego fatuo parecía cada vez más desamparado-.
Un agujero es algo. Y allí no hay nada.
Los otros tres mensajeros intercambiaron miradas.
Fantasía es gobernada por
la Emperatriz Infantil, quien está interconectada con su reino de tal manera
que, a medida que todo se va convirtiendo en nada, ella enferma cada vez más.
Esto ocurre porque los humanos del mundo real van perdiendo su capacidad de
imaginar, se vuelven materialistas y se olvidan de crear ni disfrutan con la
lectura. Aunque es mayor que todos los habitantes de su reino, tiene la
apariencia de una niña de diez años y gobierna sabiamente, pues nunca impone
nada a sus súbditos, sino que les deja ser tal como ellos son. Ha vivido tantos
años que no se puede calcular su edad con números, sólo por los nombres que ha
tenido. Cuando necesita un nuevo nombre, comienza a enfermar y Fantasía va
desapareciendo, por lo que necesita urgentemente que un humano la nombre de
nuevo.
treyu es un joven cazador
de la tribu de los “Hombres de Hierba”. Atreyu significa “Hijo de Todos”
porque, al morir sus padres atacados por un búfalo purpúreo, fue criado por
toda la aldea. A él le encarga la Emperatriz la Gran Búsqueda, que consiste en
encontrar alguien que pueda darle un nuevo nombre y salvarla así de la
enfermedad que padece y, al mismo tiempo, liberar a Fantasía de las garras de
la Nada, porque si la Emperatriz muriese, Fantasía moriría con ella
Bastián había apoyado la cabeza en la mano y miraba ante sí pensativamente
.-Es muy extraño -dijo en voz alta- que ningún ser de Fantasía pueda dar a
la Emperatriz Infantil un nuevo nombre.
Si sólo se tratara de encontrar un nombre, él hubiera podido ayudarlos
fácilmente. Eso se le daba bien. Pero por desgracia no estaba en Fantasía,
donde sus habilidades hubieran podido ser útiles y le hubieran reportado quizá
simpatía u honores. Por otro lado, se alegraba también mucho de estar allí
porque en una región como el Pantano de la Tristeza no se hubiera
atrevido a entrar por nada del mundo. ¡Y aquel siniestro ser de las sombras que
perseguía a Atreyu sin que lo supiera! A Bastián le hubiera gustado avisarlo,
pero no podía ser. No se podía hacer otra cosa que confiar en la suerte y
seguir leyendo.
Atreyu comienza un largo
viaje lleno de aventuras por Fantasía para cumplir su misión acompañado de
Ártax, su caballo blanco, sin embargo éste muere y a partir de ese momento le
acompaña Fujur, un dragón blanco de la suerte que, a pesar de su tamaño
descomunal, puede volar a tal velocidad que parece un relámpago, puede hablar y
cantar… Los dos juntos siguen la búsqueda hasta que:
Y precisamente en el instante en que creía que toda su fuerza de voluntad
no bastaría para impulsarlo a dar otro paso más, oyó el eco de ese paso en el
interior de la puerta de roca. Y al mismo tiempo todo su miedo lo abandonó, tan
total y absolutamente que se dio cuenta de que, a partir de entonces, nunca más
tendría miedo, pasase lo que pasase.
Levantó la cabeza y vio que tenía la Puerta del Gran Enigma a sus
espaldas. Las esfinges lo habían dejado pasar. Delante de él, a una distancia
de unos veinte pasos, estaba ahora, donde antes sólo se había visto la llanura
vacía y sin fin, la Puerta del Espejo Mágico. Era grande y redonda como una
segunda media luna (porque la verdadera seguía estando alta en el cielo) y
brillaba como plata pulida. Resultaba difícil creer que pudiera
pasarse precisamente a través de aquella superficie de metal, pero Atreyu no
titubeó un segundo. Contaba con que, como había descrito Énguivuck, se le aparecería
en el espejo alguna imagen espantosa de sí mismo, pero aquello -al haber dejado
atrás todo miedo- le parecía sin importancia.
No obstante, en lugar de una imagen
aterradora vio algo con lo que no había contado en absoluto y que tampoco pudo
comprender. Vio a un muchacho gordo de pálido rostro-aproximadamente de la misma edad que
él- que, con las piernas cruzadas, se sentaba en un lecho de
colchonetas y leía un libro. Estaba envuelto en unas mantas grises y desgarradas.
Los ojos del muchacho eran grandes y parecían muy tristes. Detrás de él se divisaban
algunos animales inmóviles a la luz del crepúsculo -un águila, una lechuza y un
zorro- y un poco más lejos relucía algo que parecía un esqueleto blanco. No
podía saberse con exactitud.
Bastian tuvo un sobresalto al comprender lo que acababa de leer. ¡Era él!
La descripción coincidía en todos los detalles. El libro empezó a temblarle en las manos. ¡Decididamente, la
cosa estaba yendo demasiado lejos! No era posible que en un libro impreso
pudiera decirse algo que sólo se refería a aquel momento y a él. Cualquier otro
leería lo mismo al llegar a ese lugar del libro. No podía ser más que una
casualidad increíble. Aunque, sin duda, era una casualidad extrañísima.
acia la mitad del libro,
Bastian se convierte en un personaje de la Historia Interminable y viaja hasta
la Torre de Marfil, donde la Emperatriz le entrega el ÁURYN, un medallón con
dos serpientes esculpidas, una blanca y otra negra, que da protección absoluta
a su poseedor y que le concede todo lo que desea, pero con el peligro de que
llegue a olvidarse por completo del mundo real. La Emperatriz le dice que
cuantos más deseos pida, más grande se volverá Fantasía y Bastian así lo hace,
pero se va quedando sin recuerdos y, por lo tanto, sin capacidad para pedir
deseos. En este momento la cosa se complica con la aparición de la hechicera
Xayide, una mujer malvada que tenía un ojo rojo y otro verde, como los colores de
la escritura del libro: rojo, cuando se habla del mundo real, y verde, cuando se
refiere a Fantasía. Ella, ofreciéndose como consejera a Bastian, logra
enemistar a éste con Atreyu…
Bastián se detuvo.
-¿Qué pasa, Illuán? ¡Habla
!-Señor -dijo el yinni con su voz de águila-, he oído decir algo a
nuestros compañeros de viaje recién llegados. Algunos de ellos pretenden
conocer esta comarca y saber hacia dónde nos dirigimos. Y todos ellos tiemblan
de miedo, señor.
-¿Por qué? ¿Qué comarca es ésta?
-Este bosque de orquídeas carnívoras, señor, se llama el jardín de Oglais
y pertenece al castillo encantado de Hórok, llamado también la Mano
Vidente. En él vive la maga más poderosa y perversa de toda
Fantasía. Su nombre es Xayide.
omo podemos ver, en este
libro hay una historia dentro de otra y el mismo lector es atrapado por ella,
sin embargo a Bastian le falta valor cuando se da cuenta de que él es el
llamado para darle el nuevo nombre a la Emperatriz, tal vez sea esto un símbolo
del miedo del autor a pasar de lector a creador porque la fantasía muere si no
se escribe.
Los símbolos llenan por entero esta novela, como, por ejemplo, cuando la
Emperatriz sube por una escalera hecha de letras que lleva a la guarida del
Viejo de la Montaña Errante, el ser opuesto a ella, y dice que las letras no
siempre la trataban bien… O cuando le entrega a Bastian el medallón con el lema
“Haz lo que quieras”, que no quiere decir que haga cuanto se le antoje, sino
aquello que lleva a la Verdadera Voluntad, pues no hay nada más difícil que
saber lo que realmente se quiere.
Tampoco debemos olvidarnos del hecho de que cuanto más cosas deseaba
Bastian, más recuerdos perdía de su vida real, hasta que ya no puede desear
nada porque no tiene recuerdos… Es fácil deducir que para la creación literaria
son necesarios los recuerdos de la vida real, sin ellos estamos abocados a la
nada.
Las palabras y las letras, como símbolos en sí mismas o como integrantes
de una simbología más amplia, tienen una importancia crucial, así veremos como
cada capítulo comienza con una letra del abecedario, de la A a la Z, en letras
capitales al inicio adornadas con dibujos sobre los personajes, dando a toda la
obra una sensación de conjunto cerrado y completo. También el empleo de dos
colores, el rojo y el verde, en la escritura, como ya he mencionado
anteriormente, y su relación con los ojos de la bruja Xayide.
ichael Ende, nacido en
Garmisch-Partenkirchen, una villa de Baviera, Alemania, en 1929, vivió, desde
su infancia, en un ambiente de fantasía y bohemia, pues era hijo del pintor
surrealista Edgar Ende y curso estudios de interpretación en Munich.
En la década de los 50
escribía relatos infantiles y trabajaba como guionista y actor en varios
cabarets. En 1960 tuvo su primer éxito literario con Jim Boton y Lucas el Maquinista, una novela de corte fantástico a
la que posteriormente añadiría una segunda parte con menos fortuna. Tiene
muchas otras novelas, casi todas fantásticas y alguna obra de teatro.
Sus dos grandes novelas
fueron Momo (1973) y La historia interminable (1979), que sería su obra cumbre
y la cual le traería algún problema psicológico, ya que se encontró aprisionado
dentro del mundo de Fantasía que había creado y del que no sabía escapar,
incluso llegó a decir que era un libro mágico. Tardó dos años en escribirlo.
Cuando se estrenó la
película de 1984, la dirigida por Wolfgang Petersen y que sólo se ocupaba de la
primera parte del libro, hasta el momento en que Bastian entra en Fantasía,
Ende se sintió muy decepcionado y no quiso que su nombre apareciera en los
créditos del film.
Ende murió en Stuttgart
(Alemania) a la edad de 65 años.
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