I Pensar y pensar…, siempre divagando por esos caminos misteriosos donde se agazapan imágenes irreales e idealizadas que se escapan como muchachas vergonzosas al sorprenderlas. ¿Y para qué?... ¿Y por qué no?... ¿Y por qué por qué?... En el cielo, seguramente, seguirán flotando las estrellas, pero no se ven… durante el día no se ven, ¿no lo sabías? ¡Todo es azul, muy azul, azul!... Azul, o blanco, o gris, o... ¿Qué más da?... En cambio, por la noche sí pueden verse, aquí y allá…, más allá... Sueño con ellas, ¿por qué?... ¡Aaaah!... ¿Seré, quizá, un enviado de esos mundos lejanos, sugestivos, perfectos, a este otro más cercano, apático y defectuoso?... ¿Vendré, tal vez, de esa zona donde la comunión espíritu cuerpo es total, donde la voluntad y la verdad son la misma cosa, donde el corazón y la razón caminan al unísono?... ¿Traeré, a lo mejor, conmigo grandes e importantes palabras que, dichas una tras otra en correspondiente y calculada sucesión...