EL PERFIL DEL PENTAGRAMA: Los guateques de la abuela – uno, por Eva Sion - Octubre 2012
Hace
unos días, durante la celebración de una de esas comidas dominicales en las que,
inevitablemente, nos reunimos la familia, comenté que mi próximo artículo iba a
versar sobre The Beatles, por eso de que este mes de octubre se cumplían los
cincuenta años de su primera grabación y tal,
a lo que mi padre, tan oportuno el hombre, me dijo: “Pues original no va a ser mucho, la verdad.” Lo cual me mortificó
un poco, debo reconocerlo, por lo que respondí con prontitud llevada de mi
elaborada y ancestral mala leche y de mi escasa capacidad reflexiva: “No, si
yo lo decía porque es música de vuestro tiempo…” Y la carcajada fue
general, incluida mi deliciosa hermanita que simplemente se deja llevar y hace
lo que todos, la cual fue concluida con otra mortificante pulla de mi
progenitor: “¿Y para esto nos hemos
gastado tanto dinero en que estudiases música?...” Ante esto, ahogué mi
mirada en el plato de sopa dispuesta a no volver a soltar ni una palabra en
todo el día, por lo que tuvo que ser mi madre, como siempre, esa señora dulce y
encantadora de la que todas mis amistades, sobre todo las masculinas, me
comentan constantemente lo bien que se conserva, quien rompiera el fantasma de
la crispación: “Vamos a ver, cariño,
¿cuántos años tienes ahora?”… “Veinticinco”,
respondí a regañadientes. “Y yo te tuve
cuando tenía veinte añitos. ¿Entonces ahora tendré…?” “Cuarenta y cinco.” Respondió con prontitud mi encantadora
hermanita. “Exacto, y papá dos más, lo
que quiere decir que cuando esos chavales de los Beatles sacaron ese disco tu
padre y yo…” “¡No habíais nacido!...”
Deduje un tanto sorprendida, pues nunca me había parado a pensarlo. “Con lo que difícilmente pudimos bailar sus
canciones en las discotecas de nuestro tiempo.” Prosiguió ella. “Claro…” Dije, y mi hermana, tan simple
como una rosquilla, preguntó asombrada: “¿En
vuestro tiempo ya habían discotecas?”…
Curiosamente
la gente joven solemos perder la noción de la perspectiva temporal cuando ésta
tiene relación con nuestros familiares mayores, pero claro, si hacía unos
pequeños cálculos, podía darme cuenta que los cuatro componentes de The Beatles
eran, o serían si siguiesen todos vivos, mucho más mayores que mis padres y
escandalosamente cercanos a las edades de mis abuelos… ¿Eso era el pleistoceno?... Cuando grabaron “Love me do” mis abuelitos iban desde
los quince años, la más joven de los cuatro, hasta los veinticinco el más
viejo… y ellos estaban entre los diecinueve de George Harrison y los veintidós
de John Lennon… ¡Entonces, mis abuelos sí que bailaron sus canciones en los
guateques!... Y una pregunta surgió en mi mente: “Yaya, ¿tu llevaste minifaldas?...” “Pues claro, cariño, yo siempre fui
a la moda.” Y dejó libre su risa cristalina, lo que aprovecho mi yayo para
asegurar: “¡Y fumaba porros!...” Frase
que le causó un dolorcillo en el costado en el que, sospechosamente, había
impactado el codo de mi abuela… Y entonces lo tuve claro…
El
caso es que el seis de junio de 1962, cuatro jovenzuelos provocadores,
descarados y con ganas de comerse el mundo: John Lennon contaba entonces con veintidós años, Paul McCartney con veinte,
George Harrison con diecinueve y Ringo Starr con veintidós, llegaron al Estudio
2 de EMI en Abbey Road de Londres con la intención de comenzar unas de las
carreras más interesantes en el mundo de la música. George Martin, el productor
de las criaturas, se lanzó a pecho descubierto a la aventura incierta de grabar
un sencillo que constaba con “Love me
do”, por la cara A, y “P.S. I love
you”, por la B, ambas compuestas principalmente por Paul McCartney. El disco tuvo que realizarse en tres
grabaciones distintas, pues ni Martin, ni el ingeniero de sonido Geoff Emerick
lo veían demasiado claro, principalmente porque el batería, Ringo Starr, era un
pequeño desastre, las canciones estaban sin ensayar lo suficiente y la calidad
de las mismas tampoco era para echar cohetes, así que decidieron probar primero
con el batería Pete Best, el seis de junio de 1962, pero el cuatro de
septiembre vuelven a grabarla, esta vez con Ringo Starr, aunque tampoco les
dejó satisfechos, así que una semana después volvieron a los estudios con el
baterista Andy White, dejando a Ringo a cargo de una pandereta… Sin embargo, el
cinco de octubre de 1962, salió a la venta el sencillo del nuevo grupo con la
segunda grabación, la de Ringo, y con John Lennon en la armónica de blues,
Lennon y MaCartney en las voces, MacCartney en el bajo y Harrison en la
guitarra y los coros, y la versión de White fue utilizada para el larga
duración “Please Please Me”, álbum en
el aparecerían estas dos canciones originales más otras doce versiones de
éxitos de otros autores, como seguidamente veremos, y que apareció en 1963 y la
de Pete Best en Anthology.
El
disco no tuvo ningún éxito clamoroso, la verdad, llegando simplemente hasta el
puesto 17 de la Record Ratailer de Gran Bretaña y el 67 de la Billboard Hot 100
de los Estados Unidos… pero como inicio no estuvo mal…
En
aquella época la música popular estaba dominada por los pioneros del rock, los
veteranos del soul, el country y, sobre todo, el twist. The Beatles se
inspiraron en los músicos exitosos del momento y escribieron sus primeras
canciones siguiendo los cánones de moda, pero ya comenzaba a aflorar un cierto
aire de renovación que daría, en años posteriores, un fuerte empujón al inmovilismo musical. Como ejemplo de sus
deudas con otros autores podemos nombrar una serie de canciones que aparecieron
en su primer álbum “Please Please Me”
que saldría al año siguiente, pero que fueron éxito en 1962 interpretadas por
sus creadores. Un ejemplo de ello es “A Taste of Honey”, un tema escrito para
el musical de Broadway del mismo título por Bobby Scott y Ric Marlow en el año
1960 y que ganó el Premio Grammy de 1963
al mejor tema instrumental. De esta canción se han realizado diversas
versiones, unas instrumentales, como la original a cargo del propio Bobby Scott
y la de Herb Alpert, y otras vocales como la Lenny Welch y la de The Beatles:
Otra
de estas canciones versionadas por el grupo de Liverpool fue la balada soul
titulada “Anna (Go to Him)”, escrita
e interpretada por Arthur Alexandre, una de las más importantes estrellas del
Country-soul americano y cuyos ctemas no sólo versionaron The Beatles, sino
figuras de la música tan importantes como The Rolling Stones, Bee Gees, Elvis
Presley o Pearl Jam:
También
por aquellos tiempos comenzaba su carrera musical una mujer que llegaría a las
más altas cotas de la fama en la década de los setenta, me refiero a Carole
King, quien en este año 1962, tuvo dos fantásticos éxitos con sendas canciones
escritas, la primera, “Chains”, en
colaboración con su marido Gerry Goffin. “Chains”
fue lanzada por el grupo femenino estadounidense The Cookies y tuvo un éxito
relativo en los Estados Unidos, aunque donde de verdad triunfó fue en Gran
Bretaña, al incluirla The Beatles en su larga duración “Please PLease Me”:
Por
su parte, “Crying in the Rain”, grabada
por el grupo Everly Brothers, el dúo de hermanos norteamericanos que fueron una
de las más grandes influencias de la historia del Rock & Roll, logró
alcanzar el sexto lugar en los rankings de Estados Unidos y el Reino Unido, así
como una gran popularidad en diversos países europeos, donde nuestros abuelitos
la bailaron apretaditos bajo la luz escasa de las bolas de espejos…, pero
cuando realmente alcanzó su mayor éxito fue en 1990 con el grupo noruego A-ha:
Típico
de aquellos tiempos eran las canciones pastosillas con grandes historias de
amor, como la de “Last Kiss”, escrita
e interpretada por Wayne Cochran, un cantante estadounidense de rhythm &
blues, con quien no tuvo demasiado éxito, pero que fue versionada posteriormente
por Elvis Presley y, sobre todo, por el grupo Pearl Jam, en 1999, que recaudó
nada menos que diez millones de dólares que fueron destinados a los refugiados
de la Guerra de Kosovo. Cochran, de
quien no os debéis perder su discreto peinado, se basó en un hecho verídico, un
accidente de tráfico del que fue espectador y en el que murieron tres parejas
de adolescentes:
“Just You Fool” fue grabada en
1960, pero no se lanzó hasta 1962. Es esta una canción de blues escrita por Willie
Dixon e interpretada por el grupo Little Walter, pero, como las anteriores, su
gran éxito llegaría más tarde, en el año 2010 y de la voz de Cyndi Lauper
llegando a los puestos más altos de las listas de popularidad:
Y
cómo no, el Rey del Rock, Elvis Presley, no podía faltar en esta recopilación
de canciones bailadas por nuestros abuelos en el año 1962, y nada menos que con
su “Love Me Tender”, esta sentimental
balada fruto de una adaptación de “Aura Lee”, una vieja canción de 1861 con
letra de por W.W. Fosdick y música de George R. Poulton surgida durante la
Guerra de Secesión americana, que él hizo popular allá por 1956 y que ahora
volvía a escalar en las listas de popularidad en la voz de Richard Chamberlain…
sí, sí, el guapo protagonista de “El
pájaro espino” que luego destrozó el corazón de sus fans femeninas al salir
abiertamente del armario:
Pero,
¿quién dice que nuestros ancianitos no sabían mover el esqueleto?... pues no lo
dudéis y para muestra un botón. Aquí llega Pat Boone, cantante, compositor y
actor norteamericano quien puso sus pinitos en el inicio del rock y, para ello,
el año de gracia de 1962, lanzó a la fama la archiconocida canción “Speedy Gonzales”, que fue compuesta y
escrita por Ethel Lee, Buddy Kaye y David Hess y grabada por primera vez en
1961 por David Dante. Pat la escuchó por
primera vez en un bar de Filipinas y decidió incorporarla en su nuevo disco.
Está dedicada al ratón más rápido de todo México, Speedy Gonzales, uno de los
personajes de dibujos animados de la Warner Bros. En pocos días alcanzó lo más
alto de las listas y se mantuvo allí durante trece semanas… ¡A bailar!:
Y
ya que hemos cogido el ritmo, sería una verdadera pena dejarlo, así que
seguiremos con “Twist and Shout”, otra canción que aparece en el álbum de The
Beatles, “Please Please Me”, pero que
fue grabada por primera vez como tal por The Isley Brothers, un grupo de Ohio
que tiene el record de ser los más duraderos de la música rock, pues se crearon
en 1954 y… ¡todavía siguen!... Aunque, todo hay que decirlo, la de ellos
también era una versión de la original que llevaba por título “Shake It Up, Baby” y fue escrita por
Phil Medley y Bert Russell:
Y
para los amantes de las olas, la arena suave y calentita de las playas, los
esculturales y fornidos salvavidas y… bueno, pues para todas esas personas
llegan dos conocidísimas canciones de un grupo antológico, The Beach Boys,
quienes revolucionaron los guateques del momento con su estilo surfing. La
primera canción es la titulada “Surfin’
Safari”, escrita por Brian Wilson y Mike Love, apareció como cara B de la
otra, “409”, escrita por Brian
Wilson, Gary Usher y Mike Love, quien también es la voz principal. Este disco
alcanzó ser Top Ten en las listas tanto británicas como americanas. ¡Ale, coger
el bronceador y a moverse!:
¿Y
qué pasaba con la música en español? Pues más de lo mismo porque 1962 era el
año del twist al que se apuntaban todos los grupos que estaban en la cresta de
la ola y uno de los más importantes, sin lugar a dudas, era una pareja de
chicos simpáticos y atractivos que se llamaban Manolo y Ramón, pero que todo el
mundo conocía, y conoce, como El Dúo Dinámico. Con sus canciones más moviditas
se retorcían nuestros ancestros como, por ejemplo, “Bailando el twist”, cuya letra tiene la pretensión de enseñar a
bailar este ritmo y será uno de los temas obligados en sus conciertos a partir
de este momento:
Aunque
también destacaron con la versión de una canción con más estilo
country-rockabilly, “Hello, Mary Lou”, la cual fue lanzada por Ricky Nelson el año
anterior alcanzando bastante éxito en las listas americanas y británicas. Esta
canción fue escrita por Gene Pitney y Cayet Mangieracina en 1960 y,
curiosamente, la voz solista, en esta ocasión, es la de Ramón cuando lo
habitual es que fuera la de Manolo:
Pero
tampoco olvidaban sus raíces hispanas y así, de vez en cuando, sorprendían con
canciones bailongas como “Balada gitana”,
compuesta por ellos mismos y con la que participaron en el Festival de la
Canción Mediterránea:
Pero
era con sus baladas con lo que este dúo rompía el corazón de las jovencitas de
los años sesenta y una de las fundamentales en su carrera fue la titulada
“Perdóname”, tema compuesto así mismo por ambos, donde destacan la cuidada
orquestación y sus voces suplicantes, aunque seguras:
Tampoco
podemos, ni debemos, olvidarnos de una de las figuras más grandes del rock
español, Miguel Ríos, que por entonces se hacía llamar Mike Ríos, y con claras
influencias de Elvis Presley nos ofreció esta magnífica versión de una canción
del mismo año escrita por Carole King y Gerry Goffin que lanzó la cantante
norteamericana Little Eva, con la que consiguió el número uno en las listas de
popularidad de USA, me refiero a “The Loco-Motion”:
Y
en ese mismo año llegó otro éxito de Mike Ríos, acompañado del grupo Los
Relámpagos, “Popotitos”, que era una
versión de la canción del grupo de rock mexicano Los Teen Tops que, a su vez,
estaba basada en un éxito del año 1957 de Larry Williams titulado “Bony Moronie” y cuya diferencia entre
ambas es la ausencia en la castellana a toda referencia sexual que sí aparecen
en la de habla inglesa. Este fue uno de sus primeros éxitos grandes en España y
el comienzo de su larga carrera:
Y
por fin, otra de las grandes sorpresas de la música española la dieron en este
año 1962 un grupo que había acompañado a otros cantantes, como a Miguel Ríos,
pero que ahora se aventuran independientes por los vericuetos de la fama, Los
Relámpagos. Su primer EP no tiene desperdicio y cualquiera de las cuatro
canciones es perfecta, pero escucharemos “Los
vikingos”, que tal vez fue el tema más conocido, el cual es una adaptación
de la banda sonora que Richard Fleischer compuso para la película del mismo
título:
Pero
me niego a despedirme sin recorder a Elvis en una de sus grabaciones de ese
año, “Return to sender”, grabado el 27 de marzo en Radio Recordes de Hollywood
y que habla de un hombre quien envía una carta a su novia y ella se la devuelve
sin abrir, pero él no se resiste a que todo haya acabado… Elvis la cantó
también en la película “Girls! Girls!
Girls!” y alcanzó el número uno en el Reino Unido y el dos en los Estados
Unidos:
Y
esto ha sido todo, amigos… Hasta aquí nuestro primer acercamiento a la música
que escuchaban y bailaban, con la que soñaban y se enamoraban nuestros abuelos,
claro que no debemos olvidar la situación
socio-político-religioso-cultural de la época que impedía que muchas de
estas ediciones extranjeras llegasen con rapidez a nuestro suelo patrio, y
algunas, incluso, algo mutiladas…, pero con todo estos títulos son un pequeño
ejemplo de lo que era la moda de entonces y las fuentes de inspiración de las
futuras estrellas. El cinco de octubre de 1962, con una canción tan simple como
“Love me do”, el mundo comenzó a
cambiar…
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